Rendimiento semanal al 29 de abril de 2022:
S&P 500: -3,3%
Nasdaq: -4%
Dow Jones: -2,5%
Los mercados financieros estuvieron bajo fuerte tensión al cierre de abril. Varias noticias estuvieron detrás del movimiento del mercado, que al final condujo a una de las mayores caídas en el mercado bursátil en varios años, liderada por una fuerte corrección en las acciones tecnológicas. Los temores de un endurecimiento de los cierres en China, los resultados financieros mixtos para el primer trimestre y el aumento del rendimiento de los bonos elevaron la incertidumbre entre los inversores la semana pasada.
En primer lugar estuvo el anuncio, el lunes, de más cierres para contener casos de Covid-19 en China. La noticia amplió las dudas sobre la capacidad del gigante asiático para cumplir con el objetivo oficial de crecimiento económico este año, y también generó temores de más interrupciones en las cadenas de suministro globales (y, por lo tanto, de más inflación). El impacto de estas restricciones fue más notorio en los índices bursátiles chinos, así como en la bolsa europea.
Ahora bien, lo que comenzó a afectar el mercado de EE.UU. fue la aceptación de la oferta de Elon Musk para comprar Twitter por US $54.2 por acción. La transacción, que va a ser una de las mayor compras apalancadas (US $44 mil millones), se pagará con deuda y efectivo, con US $21 mil millones provenientes de este último. Como temían los inversores, para hacer frente al pago en efectivo, Elon Musk vendió acciones de Tesla por valor de 8.500 millones de dólares, que se vio castigado por el mercado con una caída de más del 12% en su precio.
Luego vino la continuación de la temporada de reportes de ganancias, con el foco en los grandes gigantes tecnológicos y minoristas, y que tuvo resultados mixtos. Primero estuvo la publicación de Microsoft, que reportó fuertes ganancias, por encima de las expectativas, y que alivió parcialmente el sentimiento de los inversores. Sin embargo, más tarde Alphabet (la empresa matriz de Google) informó una caída trimestral en los ingresos, producida por una desaceleración en los negocios europeos (derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania).
Por último, al final de la semana, el mercado osciló entre su mejor día en un mes, el jueves, y su peor caída en un año, el viernes. El jueves, el crecimiento del PIB en los EE. UU. (-1,4% de crecimiento anualizado frente al 1,1% esperado) mostró a los inversores que la dinámica de consumo e inversión en la economía se mantuvo sólida, lo que aparentemente ayudó a que hubiera optimismo antes de las publicaciones financieras de Apple y Amazon.
Sin embargo, el viernes, los inversores se asustaron después de que Apple advirtiera que las restricciones en China y más interrupciones en el suministro podrían pesar sobre su negocio en el segundo trimestre, y después de que Amazon presentara su primera pérdida trimestral, que fue recibida por el mercado con una caída de 14% en el precio de sus acciones.
Con ello, en el día hubo una venta masiva de tecnología que hizo caer el S&P 500 en un 3,7%, y el Nasdaq en un 4,3%, su caída diaria más pronunciada desde marzo de 2020. Además, a la par de la contracción del mercado de valores, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años aumentaron a lo largo de la semana hasta el 2,9 %, avanzando poco a poco hacia nuevos máximos de tres años, lo que también añadió presión al mercado accionario.
De este modo, abril terminó como el peor mes para el S&P 500 (-9,2%) desde marzo de 2020, y el peor para el Nasdaq (-14,23%) desde la crisis financiera mundial en octubre de 2008 (después del colapso de Lehman Brothers). El mes explicó, respectivamente, cerca del 64% y el 60% de las pérdidas en lo que va del año de ambos índices, cuyo retroceso se ubica en -14,3% para el S&P 500 y en -23,8% para el Nasdaq.
A medida que las presiones inflacionarias se mantienen vivas, aumentan las preocupaciones sobre el crecimiento económico y se avecina una política monetaria más estricta, la incertidumbre y la volatilidad del mercado seguirán siendo altas. Esta semana, el enfoque principal estará en la reunión de la Reserva Federal de mayo, en la que se espera que la autoridad realice un aumento de la tasa de interés de 50 pb (dejando el rango objetivo entre 0,5% y 1%). Los inversores intentarán evaluar si tales aumentos pueden ser probables para las próximas reuniones, y buscaran obtener más información sobre cómo la Fed planea reducir su balance.
As inflation pressures keep alive, worries about economic growth mount, and stringent monetary policy lies ahead, market uncertainty and volatility will remain high. This week, the major focus would be on the May Federal Reserve meeting, in which the authority is expected to deliver a 50 bps interest rate hike (leaving the target range between 0.5%-1%). Investors will try to assess whether such increases may be likely for coming meetings, and will be looking for further information on how the Fed is planning to shrink its balance sheet.
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