Dibujo de un hombre trabajando en un computador, está observando gráficas circulares y barras. Lee sobre la invesión sostenible

¿Qué son los ETF y cómo aprovecharlos desde Colombia?

La pregunta que todo inversionista se hace antes de destinar su dinero a un nuevo producto es si será beneficioso...
26/01/2022

COMPARTE

La pregunta que todo inversionista se hace antes de destinar su dinero a un nuevo producto es si será beneficioso para su portafolio o no. Sin embargo, esto también depende de otros factores, como el tipo de inversionista que seas y las metas que tengas tanto a corto como a largo plazo.

Desde que el primer Fondo de Inversión Cotizado (ETF, por sus siglas en inglés) fue lanzado en el año 1993, estos no han hecho más sino ganar terreno en el mundo de las inversiones en la bolsa de valores, a tal punto que son considerados como la mayor innovación de la industria financiera desde entonces.

¿Te imaginas que una sola inversión te brinde la oportunidad de beneficiarte de la rentabilidad de varias empresas, compensando así los malos y buenos resultados? Esa es la principal característica de un ETF, lo cual hace la opción perfecta para invertir en la bolsa a largo plazo.

Si quieres aprender más sobre sus características, funcionamiento, ventajas y cómo invertir en ellos, no dejes de acompañarnos hasta el final de este artículo.

¿Qué es un ETF?

Cuando hablamos de un Fondo de Inversión Cotizado, nos referimos a un conjunto de activos agrupados en un solo instrumento, cuyo objetivo es el de realizar seguimiento de los principales índices bursátiles, como lo son el S&P 500, el NASDAQ, el Dow Jones, el Russell 2000 y el Bovespa.

Esto quiere decir que, cuando adquieres un ETF, no estás comprando una sola acción sino el valor del índice de referencia. Si tomamos como ejemplo uno de los mejores ETF, el S&P 500, este implicaría una inversión en las 500 empresas estadounidenses más grandes.

En consecuencia, si el conjunto del índice S&P 500 sube, el ETF gana valor; por el contrario, si el S&P 500 cae, el ETF también disminuye. Su valor se guía de forma automática por el índice, en otras palabras, por el conjunto de acciones que este incluye.

Hoy en día, se calcula que a nivel global hay más de 10 trillones de dólares invertidos en estos instrumentos, en donde dominan los ETFs americanos, lo cual habla mucho de su importancia y de su potencial. ¡Vaya que es una cantidad muy grande!

El funcionamiento de los ETFs es muy similar al de una acción común de una empresa, es decir: son susceptibles de ser vendidos o comprados en cualquier momento mientras la bolsa esté abierta, y no es necesario esperar al final del día para completar una transacción.

Aunque, a diferencia de las acciones regulares de una empresa, la cantidad de acciones de los ETF en circulación puede variar día tras día, dada la capacidad que tienen de emitir y rescatar acciones de forma continua, lo que permite, a su vez, mantener el precio de mercado.

Por otra parte, el mercado de los ETF se estructura en dos partes, con diferencias marcadas, las cuales te explicamos a continuación:

1. Mercado primario

En el mercado primario se lleva acabo la creación y redención de las participaciones del fondo cotizado, siendo la institución gestora y el inversor institucional los que intervienen en el proceso.

Quienes suelen comerciar en este mercado son las grandes instituciones financieras y los participantes autorizados, también llamados creadores de mercado, quienes compran y venden cuotas del ETFs en el mercado secundario con el objetivo de generar liquidez.

2. Mercado secundario

Es aquel donde los inversores pueden comprar y/o vender los ETFs generados en el mercado primario, a través de un sistema de interconexión bursátil donde también intervienen especialistas y un gestor de fondo.

Los precios, en este caso, se determinan de acuerdo al movimiento del mercado, determinado por la oferta y la demanda existente en el momento. Generalmente, este se mantiene en niveles cercanos a su nivel patrimonial.

Y seguro te estarás preguntando, ¿cómo acude un inversor al mercado secundario? Es mucho más sencillo de lo que parece, ya que todo el proceso se hace a través de un broker debidamente registrado o intermediario de tu preferencia.

Ahora que ya sabes más sobre los Fondos de Inversión Cotizados y su funcionamiento, podemos seguir profundizando en otros aspectos relacionados con ellos. ¡Sigue leyendo!

Ventajas de los ETFs

El auge en su popularidad a través de los años tiene sus razones, y son las numerosas ventajas que ofrecen las que han contribuido a ello. Acá te las explicamos:

  • Diversifican los portafolios de inversión: es su principal característica. Recordemos que cuando compras un ETF te beneficias de una diversificación instantánea, ya que no estás comprando una sola acción. Al reunir diferentes activos en un solo lote, maximizas su rendimiento.
  • Mayor accesibilidad: ya que los ETFs operan en montos bajos, garantizan una exposición al índice bursátil sin necesidad de tener que invertir grandes cantidades de dinero.
  • Son versátiles: al igual que las acciones, se pueden comprar y/o vender en cualquier momento de la sesión bursátil, al precio que establezca el mercado. Esto permite llevar acabo estrategias que resulten en beneficios para nuestro portafolio.
  • Son transparentes: las transacciones de compra-venta se cotizan en tiempo real, lo que permite conocer el valor de la inversión en todo momento. Además, puedes conocer de antemano los activos que contiene el ETF, cosa que no ocurre con otros tipos de fondos.
  • Reducen el riesgo: como te mencionamos al principio, invertir en un ETF implica involucrarse en una cartera amplia de valores a través de una única participación. Si alguno de ellos tiene un mal resultado, ¡no te preocupes! Lo más probable es que este se compense con los demás.
  • Presentan bajos costos: debido a que su funcionamiento consiste en replicar el índice de referencia, y no superarlo, no necesita de un equipo de analistas para la toma de decisiones, lo cual disminuye considerablemente los costos por cargos administrativos.
  • Su rendimiento es igual a los índices a largo plazo: cuando inviertes en un ETF, su rendimiento a largo plazo será muy similar al comportamiento del índice. Lo único que debes tener en cuenta son las comisiones cobradas.
  • Permiten el acceso a distintos mercados: mediante su adquisición puedes llegar a diversas clases de activos, regiones, países y sectores, incluso a los mercados emergentes.
  • Se adaptan a todos los escenarios: por lo general, siempre siguen las tendencias generales del mercado, y son capaces de adaptarse a cualquier cambio.
  • Gozan de eficiencia fiscal: a diferencia de otros tipos de fondos, los ETFs son menos susceptibles al pago de impuestos en su funcionamiento interno. Esto, en parte, gracias a la forma en la que están estructurados, y a su baja rotación de activos.
  • Es muy fácil invertir en ellos: la variedad de ETFs es muy amplia, y se pueden comprar fácilmente a través de un broker. Eso sí, no olvides tener en cuenta la comisión que cobrará por la operación.
  • Son fáciles de operar: una de las grandes ventajas que presentan los ETFs es su liquidez, ya que brindan la posibilidad de obtener efectivo a cambio de una inversión muy fácilmente y sin pérdida de su valor.
  • Están regulados: para iniciar operaciones, los ETFs deben estar registrados en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). Los activos del fondo están en manos de un custodio (por lo general, un banco de EE.UU.), lo que garantiza que los inversores tengan un derecho legal sobre dichos activos en caso de quiebra.

Con todas estas ventajas, los Fondos de Inversión Cotizados representan un instrumento muy versátil que diversifica el portafolio del inversionista, a la vez que busca el mejor rendimiento con el mínimo porcentaje de riesgo.

ETFs vs Fondos Mutuos

Tanto los Fondos de Inversión Cotizados como los Fondos Mutuos son considerados herramientas de inversión pasiva. Incluso, al ser vistos como dos caras de una misma moneda, los inversores frecuentemente los confunden uno con el otro.

La realidad es que ambos replican el índice bursátil, pero operan de manera distinta. Analicemos en detalle estas diferencias para que puedas elegir la opción que mejor se ajuste a tu perfil:

  • Operatividad: recordemos que los ETFs pueden venderse y comprarse en cualquier momento del día, siempre y cuando el mercado esté abierto. En el caso de los Fondos Mutuos, al funcionar de la manera tradicional, pueden suscribirse y reembolsarse solo al final del día, cuando se calcule el valor liquidativo de los mismos.
  • Facilidad de inversión: invertir en un ETF es tan fácil como recurrir a un broker que negocie con este tipo de activos, cosa que no ocurre con los Fondos Mutuos, cuya venta se restringe solo a ciertas entidades.
  • Oferta: la oferta de Fondos Mutuos, aunque suficiente, se limita a los activos e índices más importantes. En cambio, se estima que hay casi 10 veces más ETFs, abarcando todo tipo de opciones que contribuyen a la diversificación del portafolio de los inversionistas.
  • Comisiones: aunque ambos destacan por ser productos con bajas comisiones, los ETFs se llevan la ventaja en este aspecto. Un Fondo de Inversión Cotizado solo paga 2 comisiones: la que cobra el broker y el Total Expense Ratio (TER) que es una comisión anual que va entre un 0 y un 1% de la cantidad invertida. En cambio, un Fondo Mutuo puede presentar comisiones por suscripción, por éxito, por depósito, así como las que cobre el banco.
  • Inversión mínima: como mencionamos antes, los ETFs son muy accesibles porque no requieren grandes montos de dinero para invertir en ellos. En cambio, el monto mínimo de inversión de un Fondo Mutuo puede oscilar entre los 2.500 y 3.000 dólares.
  • Tratamiento fiscal: ya que un Fondo Mutuo tributa como el resto de fondos de inversión, se puede trasladar la inversión de forma total o parcial de un fondo a otro sin pagar impuestos. En cambio, los ETFs tienen el mismo tratamiento que una acción normal, lo que lleva al pago de las obligaciones tributarias correspondientes.
  • Costos de custodia y compra-venta: en el caso de los Fondos Mutuos, es posible que se apliquen a un particular, pero no a un profesional. En cambio, los ETFs siempre conllevan gastos por compra y venta, así como costos de custodia por parte del broker utilizado.

Como puedes observar, ninguno de los dos productos es beneficioso en todos los aspectos, por lo que la elección de uno u otro siempre dependerá del tipo de portafolio que quieras construir.

A modo de conclusión, es evidente que los ETFs salen mejor parados de esta comparativa, debido a su amplia oferta, facilidad de inversión, operatividad y bajas comisiones. Sin embargo, su tratamiento fiscal sigue representando una gran desventaja en comparación a los Fondos Mutuos.

¿Cómo invertir en ETFs?

Como te hemos explicado anteriormente, hacer una inversión en ETF es un proceso relativamente sencillo. Una de las opciones consiste en recurrir a un broker o intermediario para ello. Si esto resulta ideal para ti, entonces toma nota del siguiente paso a paso:

  • Elige un broker;
  • Abre una cuenta, completa el registro y valida tus datos personales;
  • Realiza el depósito de los fondos que utilizarás para hacer la inversión;
  • Busca el ETF deseado en la plataforma;
  • Completa la compra del ETF.

En Colombia existe una buena cantidad de brokers que se dividen en dos grupos. El primero, está regulado por la Bolsa de Valores, y es supervisado por la Superintendencia Financiera, por lo que están plenamente autorizados para operar en los mercados bursátiles colombianos.

Entretanto, el segundo grupo está conformado por los brokers internacionales, que ofrecen los mismos servicios, pero a escala global. En este caso, están regulados tanto por las autoridades locales como internacionales. Si el broker es de los Estados Unidos, por ejemplo, debe regirse por la normativa que establece la SEC.

Sin importar cuál sea el tipo de broker que se adapte a tus necesidades, presta atención a lo que debes tener en cuenta a la hora de escoger alguno:

  • variedad de activos disponibles;
  • atención al cliente eficaz y personalizada;
  • buena reputación;
  • mayor apalancamiento;
  • facilidad a la hora de depositar y retirar fondos;
  • agilidad operativa y herramientas que faciliten las operaciones;
  • los mercados en los que opera;
  • que su idioma y horario se ajusten a tus necesidades;
  • que tenga reseñas positivas de otros clientes;
  • que cuente con la regulación correspondiente.

Por último, te damos un tip muy importante y que no debes pasar por alto: lee siempre las letras pequeñas. Asegúrate de entender y estar en conocimiento de todos los costos asociados a las operaciones del broker.

¿Cuándo invertir en ETFs?

Seguro debes saber que en el mundo de las operaciones financieras existe algo llamado Market Timing, que no es más que una estrategia de inversión que consiste en tomar decisiones de compra y venta de activos financieros en función de cómo evolucionen.

Dicho en otras palabras, su objetivo es el de anticipar o predecir el precio de estos activos en el futuro. De esta manera, el inversor busca comprar una determinada acción cuando se prevé que su precio va a subir, y venderla cuando se cree que el precio va a bajar.

Si bien nadie puede predecir el futuro, y esta estrategia podría no funcionar para muchos, la buena noticia es que la naturaleza de los ETFs hace que se recomiende invertir en ellos en cualquier momento.

La gran cantidad de beneficios que los Fondos de Inversión Cotizados traen consigo, hacen que abrir una cartera de ETFs sea una decisión inteligente sin importar cuándo lo hagas.

No obstante, es importante recordar que estos fondos están pensados para hacer inversiones a largo plazo. Si tu visión es a corto o mediano plazo, existen otros productos que pueden adaptarse mejor a tus necesidades.

¿Qué tipos de ETFs existen?

Gracias a sus funcionalidades, podemos encontrar una gran variedad de ETFs, algunos de los cuales se han convertido en los preferidos por los inversionistas. A continuación, te presentamos algunos de ellos:

  • Directos: son los que se comportan de la misma manera que el mercado.
  • Inversos: se consideran el comportamiento más revolucionario de los ETFs. A diferencia de los directos, ganan dinero cuando el índice bursátil baja, y viceversa.
  • De acumulación: no reparten los dividendos. Por el contrario, los mantienen en la caja o los utilizan para la obtención de mayores beneficios mediante la compra de más acciones.
  • De distribución: al contrario de los ETFs de acumulación, sí reparten dividendos entre los inversores de acuerdo a la proporción en la que estos participen en el fondo.
  • De materias primas: se invierten en materias primas físicas como petróleo, gas, soja, maíz, trigo, algodón, metales preciosos y más. Estos se basan en una sola de ellas o en inversiones de contratos futuros.
  • De divisas: están pensados para obtener dividendos a través del movimiento de cualquier moneda en comparación con el dólar estadounidense.
  • Globales: son aquellos que se centran en los principales índices bursátiles a nivel mundial, como el S&P 500, el NASDAQ y el Dow Jones. Además, pueden enfocarse en rentas físicas y/o variables.
  • Regionales: se invierten en una región o país en concreto, y están compuestos de activos provenientes del área escogida. De igual manera, replican índices de renta fija y/o variable.
  • Sectoriales: estos se basan en un sector específico como puede ser tecnológico, financiero, inmobiliario o industrial.
  • Apalancados: siguen a un determinado índice, pero amplifican su rendimiento de acuerdo al nivel de apalancamiento. Si este es de 2, por ejemplo, quiere decir que replicará dos veces ese índice. En caso de pérdidas, también se replicarán de acuerdo al nivel correspondiente.

¿Los ETFs pagan dividendos?

Si lo que estás buscando es recibir dividendos por invertir en un ETF, tal como ocurre con las acciones, la buena noticia es que sí es posible.

Llamados ETFs de distribución, estos fondos contienen títulos que son capaces de repartir dividendos regularmente entre sus accionistas, obteniendo así una renta periódica por la inversión realizada. Aunque la mayoría de ellos pagan sus dividendos cada tres meses, también están disponibles los que ofrecen hacerlo mensualmente.

Este tipo de fondos se han hecho muy populares entre los inversores que buscan un mejor rendimiento y mayor estabilidad en sus portafolios. Además, resultan muy convenientes a la hora de cancelar obligaciones financieras, suplementar los ingresos, o simplemente hacer nuevas inversiones.

Sin embargo, no olvides el tratamiento fiscal que se le da a los ETFs. Cada distribución de utilidades supone el pago de impuestos por parte del contribuyente que los recibe, por lo que tu estrategia debe estar bien definida.

¿Los ETFs son seguros?

Toda inversión conlleva sus riesgos, y es importante que seas capaz de manejarlos. Sin embargo, después de todo lo que hemos aprendido, sabemos que la diversificación que ofrecen los ETFs al replicar los índices bursátiles ofrece un riesgo mucho menor en comparación a las acciones individuales.

Lo que debes considerar antes de entrar al mundo de los ETFs es que este tipo de instrumentos siempre tendrán variaciones. Al ser vistos como una inversión a largo plazo, lo recomendable es que conozcas tu tolerancia al riesgo y que te traces una meta para evitar sacar tu dinero ante los movimientos del mercado.

El 2021 fue un año extraordinario para los ETFs, en el cual aumentó considerablemente el número de nuevos emisores de ETFs y productos. Se espera que la tendencia siga al alza en este año 2022, y que este tipo de inversiones sigan generando interés e impulsando el desarrollo de nuevos productos.

¡Hemos llegado al final! Sin duda alguna, el mundo de los ETFs, o Fondos de Inversión Cotizados, es bastante extenso y por demás interesante.

Al principio hablábamos de que estos fondos son considerados como la mayor innovación de la industria financiera desde que salieron al mercado en el año 1993, y el comportamiento que han tenido hasta el día de hoy así lo demuestra.

La diversificación de los ETFs, sumado a su rentabilidad histórica, los hace el producto atractivo para realizar inversiones a largo plazo y con niveles de riesgo muy bajos. Nuestro consejo es que recuerdes siempre definir primero tus objetivos.

No olvides que Insights está aquí para apoyarte en tus proyectos financieros. Si tienes dudas o quieres conocer más sobre este tema, te invitamos a que contactes a nuestro equipo haciendo clic aquí.

 

COMPARTE

POSTS RELACIONADOS

Imagen de fondo azul con bloques de concreto

¡Aprende sobre finanzas!

Suscríbete a nuestro newsletter y recibe información de primera mano sobre mercados globales